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Nuestra Historia

Descubre un arte con sabor y tradición

Sabor con Tradición

Mi abuelo montó una panadería en el corazón de Coria del Río, en Sevilla, hace ya más de setenta años. Corrían los años cincuenta por aquel entonces; tiempos muy distintos a los actuales. Se trataba de una panadería familiar en la que todos sus hijos e hijas tenían que ayudar y que cobró rápidamente un gran éxito por la tremenda calidad y originalidad de los panes que se elaboraban.  Posteriormente, Juan Antonio —mi tío— y Manuel Sánchez —mi padre— continuaron con la panadería donde yo ayudaba mientras finalizaba mis estudios.

La Crisis

En 2010 mi padre se jubiló y mi tío se prejubiló. La vida ya era para entonces muy distinta: la crisis, el boom de las ofertitas y la triste realidad de esos duros años desencadenó, por desgracia, que la panadería Hermanos Sánchez Bizcocho “Puchi” cerrara, después de tantos años satisfaciendo paladares en Sevilla.

Con el nacimiento de mi hija Alegría en el año 2016 y el apoyo incondicional de mi mujer comencé a hacer pan en casa.

Panadería y Obrador

Mi propio proyecto

Ya mi cabeza no tenía solución y decidí montar mi propio obrador. Fue la mejor decisión que pude tomar. Recuerdo que antes de tener abierto el horno ya había personas haciendo cola para comprar el pan que hacíamos y que distaba bastante del que ofrecemos hoy en día.

Horneando desde 1956

LOS PANES

Cada día elaboramos distintos tipos de pan, más la especialidad de cada día. Nuestros panes son muy especiales, y no hay dos iguales. Utilizamos pasas y nueces, cúrcuma, cebolla, centeno 100%, espelta integral 100%… pero sin duda lo más demandado por nuestros clientes son las Regañás, bastante famosas en el pueblo. Se trata de una receta familiar, con la que ya la elaboraban mi tío y mi padre y que siguen teniendo el mismo éxito del primer día.

Un reto diario desde 1956

El trabajo es duro, ha sido duro desde entonces, pero exitoso. En noches complicadas la satisfacción de sacar adelante la producción es enorme pese a todos los problemas que puedan surgir. Es un reto diario.

En el despacho se encuentra Jessica, quien sirve el pan y vende todo lo que sale del obrador que está a la vista del público.

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